Esta primera semana de agosto hemos estado en dos fiestas en las que no habíamos participado nunca.
Ambas muy curiosas. La primera la promesa del pueblo de obregon curioso ritual para ahuyentar la peste.
El día siguiente estuvimos acompañando a la procesión de la virgen de la Paz en Villanueva de Villaescusa. Es llevada desde su parroquia de San Juan Bautista hasta la hermita de San Mames sita en el barrio de La Riba. La música no paró en ningún momento.
Agradecemos a la alcaldía pedanea de Obregon y al ayto de Villaescusa que cuenten con nosotros. La gente siempre nos trata como si estuviéramos en casa.
Gracias.
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